Casualmente Casual

Capitulo VII

En el silencio unas tiernas manos aplauden, y de un brinco me coloco en pie poniéndome bien la camisa con inquietud y buscando los zapatos mientras intento averiguar la dirección en que he oído los aplausos, pero no veo nada ni aun colocando mi mano de visera en la frente.


- Hola.

- Si, quien es.

- Me llamo Ayla.

Un temblor recorrió mi cuerpo haciendo que hasta mi cuello sé erderizara, el nombre, su nombre y a primera impresión su voz. Pero no podía ser, habré escuchado mal. Cientos de preguntas en milésimas de segundos inundan mi mente.

- ¿cómo?. El estremecer del suelo de madera bajo mis pies al acercarme al borde del escenario me inquieta aun más el corazón.

- ¿qué haces por aquí?, ¿Cómo has entrado?, ¿eres algún actor melancólico que echa de menos este teatro, o un loco empresario que piensa reabrirlo?.

- Pues no, ni una cosa ni otra. Y tú, ¿acaso eres tú la propietaria, o una actriz también melancólica?

- Pues tampoco, ni una cosa ni otra, simplemente vivo aquí.

Solo la escuchaba ya que las luces aún me deslumbraban y tan solo el contorno de su figura podía ver.

- Lo siento pero no te veo, ¿puedes bajar?

- Sí, como no.

Mientras oía como iba moviéndose entre las butacas y acercándose más, le pregunté;

-perdona, me habías dicho que te llamabas?